Como decíamos en el primer post sobre Fisioterapia para los Músicos, una de las intervenciones del fisioterapeuta sobre el músico es analizar su postura, con y sin instrumento. Esta acción tiene gran relevancia para prevenir las lesiones.
Es por ello que en este artículo, cedido por nuestro compañero Miguel Esteve, vamos a hablar del sistema músculo-esquelético, muy importante, aunque no el único que interviene, en el mantenimiento de la postura. De forma muy breve, podemos decir que este sistema está compuesto por:
- Los huesos. Gracias a sus características de ligereza y resistencia, facilitan la estática y la locomoción. Son la estructura básica sobre la que se asienta el resto. Forman articulaciones que van a permitir que se produzcan los movimientos.
- Los músculos. Proporcionan la posibilidad de movimiento mediante su capacidad de contraerse y estirarse y coordinarse entre ellos formando cadenas cinéticas. Hay músculos que se encargan de mantener la postura. Estos tienen la capacidad de mantener su contracción durante mucho tiempo (soportan bien la fatiga), pero no son capaces de generar mucha fuerza. Tienden al acortamiento y la tensión. Hay otros músculos que están más encargados del movimiento activo y de la relación con el medio, el musical, por ejemplo. Estos tienen muy poca capacidad de mantener una contracción durante mucho tiempo y tienden a la atrofia. Son fisiologías diferentes que necesitan un trabajo diferente.
Pero la musculatura no es responsable del mantenimiento de la postura, ya que su contracción consume demasiada energía y sería demasiado costoso para el cuerpo. Para contribuir con ese ahorro energético interviene otra estructura: la fascia o tejido conectivo. - El tejido conjuntivo. Los tendones, las láminas, las cápsulas articulares y la fascia en general, con todas sus especializaciones. Este es un tejido que se relaciona con prácticamente todos los sistemas antes mencionado, que coordina, une, fija, protege y facilitan todos los procesos de la máquina humana hasta el punto que a día de hoy se siguen descubriendo nuevas funciones. La fascia recubre el músculo, se fija a los huesos, envuelve los órganos y en general da forma al organismo, absorbiendo cargas y relacionándose con los sentidos.
Para simplificar un poco, podríamos decir que el sistema óseo da sustento, el muscular proporciona el movimiento (como el gesto musical) y la fascia asegura esas funciones, las coordina y transmite las informaciones que hacen posible la postura estática y la dinámica.
POSTURA ESTÁTICA Y DINÁMICA
Podríamos decir que la postura es la forma en la que se relacionan los distintos componentes del cuerpo. La postura estática no existe porque estamos sometidos a una fuerza externa a nosotros: la gravedad. La gravedad nos empuja hacia abajo, así que podemos definir la postura dinámica como la búsqueda del equilibrio entre la gravedad y la respuesta muscular que damos como resultado. Eso ocasiona un balanceo alrededor del centro de gravedad que se autorregula según la información sensitiva, la acción muscular eficiente, las articulaciones y el sistema nervioso central que coordina todo.
Imaginad cómo es el milagro de estar de pie para una persona (o un músico). No estamos sujetos a nada (no hay cables que nos muevan como a una marioneta). Además tenemos esa fuerza que nos empuja directamente hacia el centro de la tierra. Empezando desde el pie, disponemos de una serie de estructuras que se van armando de abajo hacia arriba formando poleas, bandas de tensión, tracción y soporte que se van fijando al esqueleto para mantener la postura erguida, que por otra parte ha costado muchos miles de años de conseguir. Todos esos sistemas mecánicos además tienen que ser sensibles, tienen que recoger información tanto de nuestro propio cuerpo como del exterior para adaptarse y mantener esas posiciones. Ése sería el sistema propioceptivo del cuerpo, formado por multitud de sensores ubicados en el sistema musculo-esquelético que informan de nuestra posición relativa y situación en el espacio. De su correcto funcionamiento depende que seamos más o menos hábiles. Por supuesto, es algo que se puede entrenar.
Para que una postura sea saludable debe cumplir una serie de requisitos:
- Equilibrio: Nunca puede ser perfecto, siempre relativo. Debe ser activo, dinámico y rítmico. Por ejemplo, la vista debe permanecer orientada horizontalmente.
- Economía: Las funciones básicas deben consumir poca energía. Eso es primordial para poder relacionarse con el entorno y expresarse.
- Comodidad: Debe estar libre de dolor. Precisamente es para huir del dolor por lo que se generan las compensaciones, que modifican las estructuras físicas, viscerales o incluso psicológicas.
- Eficacia: Sólo cuando hay un comportamiento armónico de los segmentos corporales con respecto a sus ejes y con una mínima tensión del sistema muscular y nervioso se puede hablar de una postura saludable.
Además, para entender realmente la postura, tenemos que tener en cuenta cómo se comporta el sistema visual (la vista), el sistema estomatognático (formado por los dientes y sus estructuras de soporte, los músculos masticadores, maxilar superior e inferior, la articulación témporo-mandibular, tejidos blandos, vasculares y nerviosos) y el sistema vestibular (el oído interno). Por su complejidad, los explicaremos en artículos posteriores.
EXPLORACIÓN DE LA POSTURA Y EL MOVIMIENTO
El fisioterapeuta explora la postura en estático para ver desequilibrios corporales a nivel global y general. En el cuerpo (que es a lo que hay que tender) o se establecen unas de líneas de referencia que sirven para ver las simetrías o asimetrías. Se exploran tanto de pie como sentado.
A saber, las líneas básicas son:
- Línea de los ojos, de los hombros y de las caderas a nivel horizontal.
- Línea de la gravedad y de las curvaturas de la columna a nivel vertical.
Además, la exploración se completará con un análisis del movimiento, sobre todo, en aquellos músicos cuyas actuaciones sean más dinámicas y en aquellos profesionales de las Artes Escénicas en los que el movimiento es parte del trabajo artístico y comunicativo.
GRACIAS de nuevo, Dolce Clave Duo, por confiar en nosotros.