En EFIS SALUD llevábamos tiempo buscando la forma de completar el tratamiento que ofrecemos a nuestros pacientes incorporando el abordaje, de forma específica, de los aspectos mentales y emocionales. Por fin hemos encontrado a una profesional de la psicología plenamente convencida de que el tratamiento de las lesiones y enfermedades del cuerpo no puede separarse del cuidado de la forma en la que pensamos, sentimos y nos relacionamos.
Aunque cada profesional de la salud se especializa en el tratamiento de diferentes aspectos del ser humano (músculo-esqueléticos, químicos y celulares, posturales, emocionales, etc), no podemos evitar ser seres integrales y que todos estos aspectos funcionen de forma conjunta.
Pongamos algunos ejemplos de cómo este funcionamiento integral ocurre en nuestras vidas:
1. Del desarrollo de la enfermedad a las alteraciones psico-emocionales
Si nuestro cuerpo manifiesta alguna enfermedad o síntoma, seguro que esto va a producir también una serie de emociones y pensamientos relacionados con el hecho de estar enfermo o padecer limitaciones:
- Cuando estamos enfermos podemos sentirnos más débiles, sentir que nos pueden hacer daño más fácilmente y esto nos da miedo.
- Podemos sentirnos dependientes porque hemos perdido autonomía, porque dependemos de un tratamiento, de una medicación, de un cuidador, etc. Y esto nos lleva a la tristeza.
- Podemos sentir enfado porque no comprendemos por qué la enfermedad o el dolor nos ha “tocado” a nosotros, con lo bien que estábamos. Es fácil enfadarse porque nuestra vida ha cambiado sin pedirnos permiso.
2. De las alteraciones psico-emocionales al desarrollo de la enfermedad
De la misma forma, los pensamientos y emociones que vamos teniendo en la vida se van a reflejar también en cómo se comportan nuestros músculos y huesos, en cómo funcionan nuestro hígado, estómago, riñón, corazón, y demás partes del cuerpo.
- Si hay algo en nuestra vida que nos disgusta y nos tiene continuamente preocupados, nuestro cuerpo se tensa y se van a desarrollar problemas musculares y contracturas. También las glándulas internas estarán tensas y van a secretar más jugos gástricos de lo necesario, por ejemplo bilis, esto hará que el estómago esté más ácido y pueda aparecer una úlcera.
- Si por alguna circunstancia tenemos miedo de forma permanente, puede que, sin darnos cuenta, nuestro corazón esté más acelerado de lo normal. Si esta situación se mantiene en el tiempo de forma prolongada, se podría desarrollar una taquicardia o una arritmia.
- Si estamos muy tristes y deprimidos por algún acontecimiento que ha ocurrido en nuestra vida, habrá menos energía disponible en nuestro cuerpo. Esto va a afectar al funcionamiento de los órganos internos y del sistema inmunológico, que es el que se encarga de defendernos de virus y bacterias, por lo que seremos más propensos a resfriarnos y coger infecciones.
Aunque el ser humano es muy complejo, éstos son sólo algunos ejemplos simples y prácticos que nos llevan al convencimiento de que el tratamiento integral del ser humano (cuerpo, mente y emoción) es la mejor opción para nuestra salud.
A partir del mes de Mayo de 2016, pueden ya solicitar su cita con nuestra psicóloga para tratar cualquier aspecto en el ámbito emocional y relacional que les preocupe: dificultades en el entorno familiar, laboral, con la pareja, atravesar momentos de crisis y cambios. Y también como complemento y apoyo para sobrellevar un estado de enfermedad, lesión o síntoma que le limite. En definitiva, queremos ayudarle a conseguir un estilo de vida, pensamientos y emociones que favorezcan su salud integral.
Las sesiones de psicoterapia pueden solicitarse de forma independiente o, como novedad, en EFIS SALUD les ofrecemos el “PACK FIPSIC” con ventajas económicas para los pacientes que ya acuden a Fisioterapia o Pilates y que quieren complementar su tratamiento con las sesiones de Psicología. En este caso, nuestros profesionales trabajarán de forma conjunta para facilitar su tratamiento integral. Consúltenos.